El año 2025 marca el 60º aniversario de la Declaración del Concilio Vaticano II sobre la Libertad Religiosa, Dignitatis Humanae. Este documento histórico enseña que la libertad religiosa no es simplemente un derecho creado por el gobierno, sino más bien un derecho humano fundamental que proviene de Dios. La libertad religiosa tiene sus raíces en la libertad de conciencia. La Iglesia Católica enseña que la conciencia es la voz de Dios en el corazón humano, por lo que la desobediencia a la conciencia es desobediencia a Dios. Los seres humanos deben ser inmunes a la compulsión en todo lo relacionado con la realización o el rechazo de un acto de fe religiosa. Además, las organizaciones religiosas deben tener inmunidad ante la coerción en la expresión pública de su fe y de las implicaciones sociales de esa fe.
¿Cómo se ve amenazada la libertad religiosa hoy en día? A escala mundial, la persecución religiosa está aumentando. Según el Pew Research Center Forum on Religion and Public Life, el 70% de la población mundial vive en países donde la fe religiosa está muy restringida. La Sociedad Internacional de Derechos Humanos informa que 150,000 cristianos son asesinados cada año por su fe. Algunas estimaciones indican que, durante el siglo 20, 45 millones de cristianos murieron por su fe. Hoy en día, hay más mártires cristianos en todo el mundo que en cualquier otro momento de la historia. Los cristianos son víctimas de aproximadamente el 80% de todos los actos de discriminación religiosa en el mundo. Los cristianos enfrentan persecución en más de 60 países.
Estos dramáticos acontecimientos no son nada nuevopara quienes estudian las Escrituras y la historia cristiana. De hecho, Jesús dijo: “Serán odiados por todos por causa de mi nombre, pero el que persevere hasta el fin se salvará” (Mt 10:22). Nuestro primer papa, San Pedro, dijo: “Alégrense por cuanto comparten los sufrimientos de Cristo...si son insultados por el nombre de Cristo, bienaventurados ustedes...Quien sea obligado a sufrir como cristiano, no se avergüence, sino que glorifique a Dios por causa de su nombre” (1 Pedro 4:13-16).
Dos mártires católicos históricos, patronos especialesde la libertad religiosa, son Santo Tomás More y San Juan Fisher. Estos hombres brillantes dieron sus vidas como testimonio de su profunda fe en Cristo y su Iglesia.
Tomás More era esposo y padre. John Fisher era obispo católico de una pequeña diócesis inglesa llamada Rochester. Cuando el Rey Enrique VIII se divorció de su esposa y decidió casarse con otra, estos dos santos hombres no lo aprobaron. Entonces, el monarca se autoproclamó jefe supremo de la Iglesia en Inglaterra, y les dijo que debían firmar el Juramento de Supremacía, afirmando que el rey tenía poder sobre la fe de los cristianos ingleses.
En conciencia, Tomás More y Juan Fisher no pudieron firmarlo. Por consiguiente, fueron condenados por traición. No eran traidores, sino verdaderos patriotas. Cuando la ley del rey entró en conflicto con la ley de Cristo, eligieron a Cristo. Fueron decapitados en 1535. Se les honra oficialmente como santos mártires en el calendario católico. Dan testimonio de que ningún gobierno puede ejercer control sobre la conciencia ni el alma de una persona.
Otro ejemplo de sacrificio heroico por la libertad religiosa proviene de la época de la persecución histórica contra la fe católica en México. A finales de la década de 1920, la Constitución Mexicana, bajo el presidente Plutarco Calles, restringió la libertad de la Iglesia católica en ese país. Durante tres años, no se permitieron ceremonias públicas en las iglesias católicas.
Luego vino un levantamiento católico contra el gobierno nacional, llamado la “Rebelión Cristera”. Los católicos que se rebelaron se autodenominaron “Cristeros.” Muchos de esos cristeros dieron su vida como mártires por nuestra fe. Su lema era “Viva Cristo Rey.” Muchos de esos valientes católicos fueron fusilados por el gobierno, como el famoso Padre Miguel Pro. Su último acto desafiante fue gritar: “Viva Cristo Rey.”
Otro de esos mártires católicos en México fue un adolescente llamado San José Sánchez del Río. Cuando tenía tan solo 14 años, fue ejecutado por funcionarios del gobierno por negarse a renunciar a su fe católica. Quería la oportunidad de dar su vida por Jesucristo. Fue capturado por las fuerzas gubernamentales, quienes le ordenaron renunciar a su fe en Cristo bajo amenaza de muerte. Se negó. Mientras lo torturaban brutalmente, le dijeron: “Si gritas ‘Muerte a Cristo Rey’, te perdonaremos la vida.” Él respondió con valentía: “Nunca me rendiré. ¡Viva Cristo Rey!” El gobierno de Plutarco Calles terminó hace mucho tiempo, pero los católicos en México y aquí en Tejas siguen fuertes.
Hoy en día, existen muchos lugares en el mundo dondela libertad religiosa sigue estando amenazada. Las persecuciones más graves se llevan a cabo por:
Gobiernos nacionales islámicos como Arabia Saudita e Irán
Regímenes comunistas autoritarios como Cuba,Corea del Norte, China, Vietnam y Nicaragua
El nacionalismo religioso en lugares como India, SriLanka, y Rusia, donde hay una fusión del estado, una feparticular, y una identidad nacional.
Gobiernos con una ideología secular dura, como lasrepúblicas postsoviéticas de Asia Central (Kirguistán, Tayikistán, y Kazajstán).
Actores no estatales que cada vez más acosan, profanan, o atacan a otras religiones:
Grupos extremistas hindúes en la India
Boko Haram en Nigeria
Al-Shabaab en Somalia y Kenia
La libertad religiosa también se ve amenazada hoy en día en muchas partes de Europa Occidental y Norteamérica, donde la expresión pública de la religión y los valores religiosos tradicionales es cada vez más indeseada. En los Estados Unidos, si bien la libertad de religión es la “primera libertad” consagrada en la Primera Enmienda de la Carta de Derechos, muchas personas preferirían restringir la religión a algo que solo ocurre dentro de los muros de iglesias, sinagogas, o mezquitas. Numerosas voces en el gobierno, el mundo académico, y los medios de comunicación nos dicen que nuestra fe religiosa no tiene derecho a influir en nuestras decisiones sobre cómo operamos en el mundo.
En algunos lugares, por ejemplo, quienes intentan vivir de forma coherente con sus sinceras creencias religiosas sobre la verdadera naturaleza del matrimonio son tildados de intolerantes y de odiosos. Cada vez es más difícil para los creyentes enseñar su fe y sus valores a sus hijos sin que dicha enseñanza sea calificada de discriminatoria o de “discurso de odio.” Se han dado muchos casos de personas que intentan vivir una vida pública conforme a su fe se han visto coaccionadas por presiones sociales y gubernamentales.
Sin embargo, ser discípulo de Jesucristo no es algo que simplemente dejamos atrás cada vez que salimos de una iglesia. Nuestra fe impacta todos los aspectos de nuestra vida — en el hogar, en la iglesia, en la escuela, en el tiempo libre, en el trabajo, en nuestros servicios comunitarios a los pobres, en la forma en que tratamos a nuestro prójimo, y en la forma en que estructuramos nuestra sociedad. La libertad religiosa no se limita a la libertad de culto. También se trata de la gente común, en su vida cotidiana, que intenta actuar en el mundo según sus convicciones morales. Nuestra religión es algo que llevamos con nosotros dondequiera que vayamos.
Considerando las muchas amenazas a la libertad religiosa en nuestro mundo y nuestra nación, hay muchas cosas que podemos hacer:
Orar por nuestra nación, nuestros tribunales, y el respeto de la libertad religiosa por todo el mundo.
Mantenernos informados sobre los acontecimientos actuales.
Hablar la verdad con amor.
Instar a los líderes gubernamentales a respetar y defender la libertad religiosa aquí y en el extranjero.
Unirnos a miembros de otras religiones para hablaren favor del respeto mutuo: En su discurso de 2015 en el Independence Hall de Filadelfia, el Papa Francisco dijo:“Es necesario que los fieles de las diversas tradiciones religiosas unan sus voces para clamar por la paz, la tolerancia, el respeto a la dignidad y a los derechos de los demás.”
Apoyar agencias que ayudan a los cristianos perseguidos, tal como Ayuda a la Iglesia en Necesidad y Catholic Relief Services.
Reflexionar sobre cuestiones de libertad religiosa y sugerencias de pasos a seguir con la ayuda de este sitio web de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos: www.usccb.org/committees/religious-liberty .
El valor de la libertad religiosa se expresa con gran belleza en varias películas disponibles para el hogar. Recomiendo ver y conversar sobre cualquiera de estas películas: Un Hombre de Dos Reinos, sobre el martirio de Santo Tomás More; Cristiada, sobre la lucha por la libertad religiosa en México durante la Rebelión Cristera; y Becket, sobre el mártir inglés del siglo 12, Santo Tomás Becket, arzobispo de Canterbury.
Si desea aprender más sobre las enseñanzas de la Iglesia sobre la libertad religiosa, le recomiendo que estudie la Declaración sobre la Libertad Religiosa del Concilio Vaticano Segundo, Dignitatis Humanae, publicada el 7 de diciembre de 1965. Está fácilmente disponible en el sitio web del Vaticano, www.vatican.va . Otro documento útil es La primera y más preciada de nuestras libertades, publicado en abril de 2012 por el Comité Ad Hoc de Libertad Religiosa de los Obispos Católicos de Estados Unidos.